Consumir vitamina B antes de tomar licor tampoco previene efectos no deseados
Suelen seguir tratamientos para la diabetes, hipertensión, colesterol alto u osteoporosis que pueden presentar interacciones con medicamentos nuevos
Los medicamentos que se consumen para aliviar o prevenir el conjunto de malestares al hígado luego de una borrachera (hepatoprotectores), que se comercializan como tabletas, polvos y pastillas efervescentes, entre otros, no tienen efecto alguno ni curan los daños producidos en el hígado, advirtió el especialista de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), Aldo Álvarez Risco.
“El daño hepático que se produce como consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas es irreversible; hagas lo que hagas el alcohol queda en tus células hepáticas y las destruye, por ello, debemos dejar en claro que los hepatoprotectores tampoco pueden detener o curar el daño hepático pues este se produce en el momento en que las personas están consumiendo alcohol”, explicó.
Álvarez agregó que el consumo inadecuado y masivo de hepatoprotectores o cualquier otro producto medicinal que contenga vitamina B o complejo B para aliviar o curar los efectos al hígado de la ingesta de gran cantidades de alcohol es reforzada por la publicidad.
“Existe una gran cantidad de mitos respecto a la forma de minimizar los efectos dañinos del alcohol, sobre cómo “durar” más sin “caer”, como tomar pastillas tipo Hepabionta o Hepamax o complejo B antes de empezar a beber pero nada de esto da resultado. Hay quienes dicen “vamos de bajada” porque empiezan tomando “trago corto” como el ron y terminan ingiriendo cerveza, pensando que así cuidan su hígado pero no es así; los peruanos tenemos demasiadas creencias sin sentido sobre este tema”, remarcó.
Asimismo, aclaró que también es errado pensar que la práctica de deporte permite eliminar todo el alcohol ingerido el día anterior. “El alcohol que tomaste afecta tu hígado tal como sucede con los cigarros que fumaste, pues ya dañaron tus pulmones y no puedes hacer nada para remediarlo”, enfatizó.
Peligros y consecuencias
El especialista de la Digemid alertó además que no solo el consumo excesivo o compulsivo de bebidas alcohólicas puede ocasionar daño hepático y, como consecuencia de ello, afectar a nuestra salud en general, pues un consumo permanente -aunque no sea excesivo- también puede causar males irreversibles.
“El consumo de alcohol por muchos años genera cirrosis hepática y eso es algo que no tomamos en cuenta cuando somos muy jóvenes”, enfatizó.
Recalcó además que las alteraciones hepáticas afectan el funcionamiento de nuestro organismo, lo que podría resultar peligroso si la persona está recibiendo un tratamiento médico.
“Si uno tiene una alteración hepática es posible que el metabolismo de un medicamento cambie y que su metabolismo sea menor, lo cual puede aumentar la cantidad de medicamento en el organismo y generar reacciones adversas”, enfatizó.
Lima, 16 de marzo de 2011
NP. 0225-11