El cloruro de metilrosanilina (violeta de genciana) es una molécula química sintética que se aplica tópicamente para tratar ciertas candidiasis. Estas infecciones están provocadas por un hongo (más concretamente una levadura llamada Candida) y pueden afectar a distintas zonas del cuerpo, incluida la mama.
La Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos y Productos Sanitarios (ANSM, Agence Nationale de Sécurité du Médicament et des Produits de Santé) de Francia recomienda no utilizar violeta de genciana como tratamiento de primera línea para tratar la candidiasis mamaria en mujeres lactantes y en su lugar aconseja el uso de medicamentos antifúngicos, después de la confirmación del diagnóstico por un médico.
La ANSM indica que esta sustancia debe utilizarse con precaución en mujeres lactantes, ya que puede ser perjudicial para el bebé si este lo ingiere durante la lactancia. Cuando se utilice violeta de genciana, el tratamiento no debe durar más de 7 días. Los preparados a base de violeta de genciana para aplicación en los pezones de mujeres lactantes solo deben realizarse bajo prescripción médica.
Información para mujeres lactantes:
- No use violeta de genciana para la candidiasis mamaria sin consultar primero a su médico, porque esta sustancia presenta un riesgo para su bebé.
- En mujeres embarazadas, por precaución, no se recomienda el uso de violeta de genciana.
Información para profesionales:
- A los médicos, no prescribir un preparado a base de violeta de genciana como tratamiento de primera línea en caso de candidiasis mamaria en una mujer lactante.
- La candidiasis mamaria en una paciente lactante debe tratarse con un fármaco antimicótico como tratamiento de primera línea, favoreciendo las formas tópicas sobre las orales. Si este tratamiento no mejora la candidiasis de la paciente, y solo en este caso, se puede considerar un preparado a base de violeta de genciana.
En el Perú los productos que contienen violeta de genciana son clasificados como producto galénico bajo la condición de venta sin receta médica, cuyo uso es bactericida y fungicida local. En las precauciones y advertencias se indica que en el caso de lactantes hay que evitar su ingesta, y no se recomienda su uso en embarazo y lactancia.