Centro Nacional de Documentación e Información de Medicamentos

Medicamentos deben ser prescritos de acuerdo con la talla, peso y antecedentes de cada paciente advierte Digemid

No se debe intercambiar recetas ni volverlas a utilizar al culminar el tratamiento

Es común que las familias conserven las recetas que le han servido para curar enfermedades de algún miembro del hogar para, tiempo después, volverlas a utilizar cuando otro familiar, vecino o amigo se enferme, sin saber que esta costumbre puede ocasionar en el nuevo paciente toxicidad en el organismo y hasta la muerte, advirtió la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).

“Un mismo síntoma o signo de alerta no es causal de una misma enfermedad. Una persona puede estar con un dolor de cabeza y ser una simple gripe pero otra puede padecer el mismo dolor de cabeza y estar ante un aneurisma que, si no es tratado a tiempo, podría llevarlo a la invalidez o la muerte”, señaló el director de la Digemid, Víctor Dongo Zegarra.

El especialista explicó que el tratamiento médico aplicado a un paciente es único e intransferible ya que la dosificación, frecuencia y el tipo de medicamentos se determinan en función al peso, talla, edad, sexo y antecedentes farmacológicos del enfermo.

“Tanto los antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos y hasta los medicamentos de venta libre, tienen un rango se seguridad. Por ejemplo si prescribo una dosis menor no va a ser efecto y si doy más de ese rango puede ser que las reacciones adversas se potencien”, dijo.

Toxicidad

Dongo dio ejemplos donde un mismo tratamiento farmacológico puede causar toxicidad en el organismo de pacientes de edad adulta, joven y hasta infantil

“Una joven de 18 años que padece infección urinaria puede recibir una receta con la indicación de una gentamicina en ampolla de 80 miligramos cada ocho horas por cinco días, sin embargo, si esta receta es compartida con una persona de 80 años- que presenta una notable pérdida de masa muscular- puede ocasionar un almacenamiento excesivo de este fármaco que, en solo meses, puede conllevarle a una insuficiencia renal, diálisis y luego a infectarse de una hepatitis B. Esta persona llega a tener un nivel de vida deplorable y con la posibilidad de fallecer mucho más rápido”, dijo.

Del mismo modo Dongo dio a conocer que la población juvenil que consume algún suplemento mineral -como el calcio- que ha sido recetado a personas adultas mayores puede padecer también del almacenamiento de este fármaco en los riñones exponiéndolo también a perder la vida en cuestión de pocas semanas.

“Hace poco se nos informó un caso lamentable de un joven que siguiendo la receta de su abuela decidió ingerir tabletas de calcio, el era deportista y tenía la idea equivocada que le iba a reforzar su sistema óseo. Este joven ya producía calcio y el exceso de este suplemento mineral taponeó los riñones y ocasionó su muerte en corto tiempo”, anotó.

Por otro lado, Dongo alertó que en el caso de la población infantil los efectos adversos y tóxicos de la ingesta de medicamentos inadecuados- incluyendo los de venta libre- pueden ocasionar otros episodios como intoxicaciones, alergias, paro cardiaco y también la muerte.

Enfermedades crónicas

El médico dijo que inclusive los pacientes que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, presión alta, asma, entre otras, también deben renovar sus recetas ya que esta afección puede empeorar o mejorar con el tiempo siendo necesaria una evaluación constante de las condiciones de salud del paciente para definir la dosis y frecuencia de los medicamentos.

Lima, 09 de octubre de 2010

NP. 0903-10