El Instituto ECRI de los Estados Unidos ha publicado su informe “Top 10 Health Technology Hazards for 2025: Solutions Kit”, el cual identifica las posibles fuentes de peligros tecnológicos y ofrece recomendaciones prácticas para reducir los riesgos para la salud.

 La lista de riesgos de las tecnologías sanitarias para el 2025 es la siguiente:

1. Riesgos de las tecnologías sanitarias basadas en la Inteligencia Artificial (IA): Verificar los resultados de la IA es crucial para evitar decisiones inadecuadas en la atención al paciente. La toma de decisiones humanas debe seguir siendo central en el proceso asistencial, aunque la IA sea una herramienta valiosa.
2. Necesidades insatisfechas de apoyo tecnológico a los pacientes de atención domiciliaria: La falta de prácticas seguras en el uso de dispositivos médicos puede provocar incidentes y daños. El ECRI recomienda apoyar a pacientes y cuidadores no profesionales en el uso y mantenimiento de los dispositivos, seleccionando aquellos que se adapten bien al usuario y su entorno para minimizar riesgos.
3. Proveedores tecnológicos vulnerables y amenazas a la ciberseguridad: El uso de herramientas y servicios de terceros beneficia a las organizaciones de salud, pero conlleva riesgos de accesos no autorizados e interrupciones. Se recomienda evaluar rigurosamente a los proveedores, realizar pruebas de respuesta ante incidentes, establecer procedimientos de recuperación y colaborar con entidades gubernamentales y reguladoras para enfrentar desafíos de ciberseguridad.
4. Dispositivos médicos y suministros de calidad subestándar o fraudulentos: Las organizaciones de salud deben evaluar a los proveedores, probar productos antes de comprarlos y establecer procesos para gestionar productos sospechosos. Además, se insta a la industria y a los formuladores de políticas a mejorar el control de calidad y frenar la distribución de productos subestándar y fraudulentos.
5. Riesgo de incendio en zonas donde se utiliza oxígeno suplementario: Es esencial prevenir incendios en áreas con oxígeno suplementario, incluso fuera del quirófano, evitando que un oxidante, combustible y fuente de ignición coincidan. Los profesionales de salud, cuidadores y pacientes deben conocer los riesgos, tomar precauciones y saber cómo actuar en caso de incendio.
6. Límites de alarma predeterminados peligrosamente bajos en las unidades de anestesia: Los proveedores de unidades de anestesia deben configurar alarmas con límites seguros para evitar su desactivación al inicio de una cirugía. Las organizaciones de salud deben personalizar estas configuraciones. Es crucial revisar y ajustar alarmas de volumen respiratorio bajo y concentración de agente anestésico para evitar daños a pacientes.
7. Mala gestión en las suspensiones temporales de los tratamientos farmacológicos: Se sugiere que las organizaciones de salud implementen procesos claros para suspender o reanudar un tratamiento farmacológico. Es esencial evaluar el flujo de trabajo en la historia clínica para que los profesionales puedan identificar los medicamentos suspendidos en todos los puntos de atención. La falta de estos procesos puede causar errores y dañar al paciente.
8. Riesgos de infección y peligro de tropiezos por líneas de infusión mal conectadas: Para gestionar adecuadamente las líneas y conectores de infusión, se recomienda seguir prácticas de control de infecciones, emplear técnicas asépticas y precauciones basadas en la transmisión. Es fundamental evitar que las líneas toquen el suelo y usar productos de fijación de catéteres para reducir riesgos.
9. Lesiones cutáneas por dispositivos médicos adhesivos: Las organizaciones de salud deben proporcionar productos adhesivos adecuados para prevenir lesiones cutáneas, evaluando los riesgos en los pacientes y eligiendo dispositivos con la menor fuerza adhesiva necesaria. Errores al aplicar o retirar adhesivos pueden causar desgarros, ampollas, reacciones adversas e infecciones.
10. Investigaciones incompletas de los incidentes adversos relacionados a sistemas de infusión: Las organizaciones de salud deben investigar a fondo los eventos adversos, especialmente con sistemas de infusión, fomentar el reporte inmediato de incidentes y educar al personal en la respuesta y apoyo durante la investigación. La falta de experiencia o recursos puede impedir prevenir futuros errores fatales.

Fuente: 

Instituto ECRI
Top 10 Health Technology Hazards for 2025: Solutions Kit