Centro Nacional de Documentación e Información de Medicamentos

Lo propio ocurre con pomadas anticelulitis

La única manera de combatir la obesidad y mejorar la imagen corporal es con una alimentación saludable y evitar caer en el sedentarismo

A pesar de la intensa publicidad que presenta a las cremas reductoras de peso y pomadas anticelulíticas como maravillas que contienen propiedades casi mágicas capaces de quemar la grasa abdominal, impedir la aparición de la celulitis o modelar un hermoso cuerpo, nada de esto es cierto, pues estos productos no ayudan a adelgazar ni eliminan la grasas abdominal ni la acumulada en otras partes del cuerpo, informaron especialistas de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).

“Las agresivas campañas publicitarias con las que se busca incentivar la compra de estos productos se basa en la promesa del supuesto ‘milagro’ de quemar grasa con rapidez sin realizar esfuerzo físico alguno, ni mantener una dieta saludable y eso no es cierto. Si bien su uso se incrementa por estos días cercanos a la llegada del verano, debe quedar claro que es imposible quemar grasa y bajar de peso sin hacer ejercicios ni alimentarnos adecuadamente”, expresaron.

En tal sentido, aclararon que no existe fundamento científico alguno en la publicidad de estos productos que prometen adelgazar, reducir los centímetros del abdomen, quemar grasas y “moldear una linda figura”.

“Quemar grasa por efecto de la aplicación de una pomada es imposible pues este objetivo solo se puede alcanzar cuando existe una modificación metabólica y no por la acción de agentes externos. Así como no funcionan las supuestas dietas milagrosas tampoco existen productos maravillosos que puedan desaparecer la grasa mientras pasamos el día sentados frente al televisor o la computadora”, enfatizaron.

Marco legal

Los especialistas de la Digemid explicaron que este tipo de productos están regulados en el marco de la Decisión 516 sobre Armonización de Legislaciones en materia de Productos Cosméticos de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), cuyo primer artículo a la letra dice:

“Se entenderá por producto cosmético toda sustancia o formulación de aplicación local a ser usada en las diversas partes superficiales del cuerpo humano: epidermis, sistema piloso y capilar, uñas, labios y órganos genitales externos o en los dientes y las mucosas bucales, con el fin de limpiarlos, perfumarlos, modificar su aspecto y protegerlos o mantenerlos en buen estado y prevenir o corregir los olores corporales”.

Conforme a ello señalaron que este tipo de cremas pueden ser utilizadas en las partes superficiales de la piel (nivel epidermis) por lo tanto, no causan efecto alguno al interior de la misma o de alguna otra parte interna del cuerpo.

“Algunas pueden llevar el nombre comercial de crema reductora y ello puede generar confusiones, pero en las propiedades especificadas no se hace mención alguna a su supuesta capacidad de quemar grasa o reducir el peso corporal. No hay estudios que así lo acrediten, pues estos productos solo actúan a nivel superficial. Si aparecieran resultados de estudios que sustentaran esta supuesta propiedad, ya no podrían ser considerados en el rubro de cosméticos”, enfatizaron.

Por ello, recomendaron a las personas interesadas en bajar de peso que se informen adecuadamente antes de adquirir uno de estos productos y opten por una alimentación sana y balanceada además de la práctica de ejercicios físicos.

Añadieron que en muchos casos es conveniente que la persona se someta a una dieta de adelgazamiento y un programa de ejercicio físico personalizados, pues el exceso de peso y la obesidad pueden derivar en complicaciones para la salud.

No eliminan celulitis

Asimismo, los representantes de la Digemid determinaron también que las cremas anticelulíticas tampoco permiten a las mujeres eliminar la celulitis de los muslos y glúteos.

“Una vez instalada la celulitis en glúteos y muslos es muy difícil de eliminarla, las mujeres que quieran obtener algún resultado en su deseo de desaparecer la llamada “piel de naranja” deben esforzarse y ser constantes en la combinación de una rutina de masajes, una dieta adecuada y la práctica intensa de ejercicio físico. Lo más recomendable es evitar su aparición y ello solo se puede lograr con una alimentación saludable y balanceada, además de practicar ejercicios de manera habitual”, concluyeron.

Lima, 11 de diciembre de 2010

NP. 1207-10